12. Homosexualidad absoluta

Ni cabe decir cuan descabellada me parece la idea de ser homosexual toda mi vida. Claro que no me refiero a eso de ser un gay anónimo. Nada que ver con esos gays que creen en el amor entre dos hombres y quieren hacer creer que la monogamia es algo saludable. Yo estoy Hablando de ser un homosexual de portada. Uno de esos que saben rodearse de gente voluble y impresionable. Aunque por mucho que te rodees siempre de gente que aplaude cada uno de tus pasos, puede ser frustrante no saber retirarse a tiempo.
En los tiempos que corren solo puede convertirse en una fabrica de traumas a tiempo real, no retirarse antes de que te echen unos fans aburridos de mas de lo mismo. No me llaméis alarmista! Pues las estadísticas hablan por si solas. El porcentaje de homosexuales indecisos lo dice todo. No sabría decir si como un acto snob, pero un alto porcentaje de ellos quieren cambiar sus actos socio sexuales llegados a los 25. Y es que todo el mundo sabe bien que si quieres retirarte a los 25 con dignidad antes de que te llamen viejo tendrías que empezar a vivir la noche (calculo) que a los 12.

La gente que no pertenece a esa elite de homosexuales que viven como si en un programa de realidad simulada les fuera la vida lo tiene muy fácil para odiar esa parte mas mediática del mundo rosa. Por ejemplo, para un heterosexual indeciso, la música de sintetizador ‘made in 80’s’ las películas de serie B consideradas de culto, o ropa demasiado brillante pueden hacer que opte vivir lo que le queda de vida dentro de un armario.
Cosas como esas facilitaban hace menos de 5 años el poder decir ‘NO QUIERO SER HOMOSEXUAL’ Pero en contrapartida yo que Si puedo permitirme el lujo de ser pionero en vivir mi vida gay siendo sinónimo de dominio publico, no puedo evitar lamentarme cuando digo que el sector mas escandalizado nos hace pagar un mínimo precio para evitar acabar siendo plagio para esa gente que no sabe que tipo de gay quiere ser.

Y si, supongo que es de cretino la facilidad con la que idolatro a personajes mediáticos que no aportan nada a la sociedad, o que cuando suene mi teléfono la BSO de goshtbusters me haga bailar como para perder todas las llamadas, los gays mediáticos también somos un sector que venderíamos nuestra alma por Prince (el ultimo modelo de vuitton) y un diamante también puede ser nuestro mejor amigo, haciendo que nos olvidemos de todo lo demás. Pero no todo es tan suave como el cashmere, cuando decides vivir en directo todo acaba teniendo un aspecto diferente. Necesitas saber improvisar al acto. Sin pestañear tienes que encontrar soluciones respuestas y citas que hagan preguntarse a la gente como podían vivir antes de que existieras.
Que existieras para ellos claro. En el mundo homosexual si no haces algo público jamás llegaras a ser nadie. A la sombra han quedado muchos que no aceptan unas reglas prefabricadas y poco dadas a ser moldeadas. Pero ser sinónimo de escándalo no resulta siempre tan rentable como parece. Muy a mi pesar hay veces que no puedo ser fiel ni a mis ideales, y como buen snob traiciono en alguna ocasión aquello a lo que en publico) rindo culto.

Después de esta introducción, contare la historia que ilustra la moraleja de hoy, el caso de Emilio. El típico caso de ‘quiero y no puedo’ un chico mediocremente anónimo que solo vivía para ansiar ser protagonista del ambiente. Si, ya se que es volar bajo, pero que le haremos si ese era su sueño. Emilio había dejado su Andalucía natal para venir a la gran ciudad. Su desilusión al ver que Barcelona estaba llena de cretinos como el no le hizo desistir. Y cada vez que iba a las discotecas hacia el ridículo mas estrepitoso para el entretenimiento de algunos y la vergüenza ajena de otros.
Su ropa, actitud y coreografías dejaban bien claras las sospechas de que se estudiaba los capítulos de Un paso adelante todas las noches.

Día tras día Emilio gastaba su dinero y esfuerzo sin pena ni gloria. Nadie le miraba ya. Otros eran los que entretenían a la zona VIP. Y eso que no era un chico ni guapo ni feo. Vale que la ropa deportiva (de la que abusaba) no le hacia ningún favor. Pero el verle día si día también dando el callo para ser Supermarica 2008 hacían que acabaras tomándotelo aunque fuera un poquito en serio. Y es que si una cosa tenia Emilio es que era muy observador. Y eso a veces me molestaba. No es que copiara ni nada de eso, pero se fijaba en la manera como bailábamos, que tomábamos y que tabaco fumábamos para luego el hacer su libre interpretación. No es de extrañar pues que al final nos sintiéramos cohibidos. Y mas que disfrutar pareciera que estuviéramos en una jaula siendo estudiados.
Lo gracioso de ir a una discoteca es fundirse con la música. Reír, pasarlo bien y sobretodo escapar de la zona VIP. No hay nada mas tedioso que estar en lo alto de unas escaleras viendo como todo el mundo te odia. Si, hay sofás, el alcohol no te lo cobran y hay gente guapa, pero eso solo puede significar algo, ABURRIMIENTO.

Así que fue cuestión de tiempo que yo bajara a la pista para pasarlo bien y fue allí donde conocí personalmente a Emilio.

No tuve tiempo ni de bajar las escaleras para llegar a la pista que el me abordo. Por increíble que resultara el sabia todos los nombres de los que estábamos en lo alto. Y su osadía a preguntarme si podía colarle hicieron que perdiera puntos automáticamente. No me interesaba alguien que era capaz de admirar a otro solo porque este podía subir a la zona VIP. Desde ese mismo día para mi Emilio fue alguien deleznable. No quise saber nada mas de el.
Pasaron los meses y la llegada del Verano era algo revelador para un chico menor de 25. Emilio seguía sin rendirse y ya estaba a punto de cruzar esa línea que llega al patetismo si no fuera porque un día uso el as que tenia en la manga. Cuando todo el mundo tenia a Emilio por un don nadie hizo lo que mejor se le da a un marica que se rodea de gente rápidamente impresionable.

Entró en la discoteca de la mano del chulazo mas cachas y bronceado que habíamos visto en la vida. Uno de esos tíos que solo existen en el GYM. Y para inri de algunos y alegría de otros ese día Emilio pudo cruzar el cordón de terciopelo que le cerraba habitualmente el paso a las escaleras que iban al cielo.
Al llegar al VIP la gente le hizo sitio, como si fuera alguien importante. Todo el mundo fue a saludarle, bueno todo todo el mundo no. En lo que unos minutos antes había sido el centro del reservado ahora rincón cualquiera Ricochet me dijo.

-A saber cuanto dinero habrá pagado a esa pasiva musculada para que le haga de novio dominante.
-De verdad crees que Emilio ha pagado?
-De que si no se presenta este aquí a restregarnos ese Adonis?
-Hablas como si no hubiera mas gente en la discoteca.
-Dime Toni, donde esta la gente de la discoteca.
-Abajo en la pista.
-Y es ahí donde tienen que estar todas esas parias sociales mal peinadas y con cejas a lo gargamel.
-No te sigo
-Es que no lo ves estúpido? La gente cool estamos en este rincón. La perdedora saludando a Emilio.
-Pero su novio cachas...
-Su novio cachas repone en un supermercado, y te aseguro que decidirá pronto en que zona del VIP quiere estar. Y te aseguro que eso matara a Emilio.

El clasismo se podía mascar en el ambiente. Era intolerable que un estúpido andaluz nos pisara los pies. Aunque Ricochet no lo viera así todo el mundo odiaba en ese momento a Emilio, y no porque fuera con un cachas (que también) lo injusto es que hubiera accedido al VIP por eso. Algo que algunos habían conseguido por ser quien eran como Ricochet, y otros por ser "amigos de" como yo.
Desde ese día Emilio ya era un VIP de la VIP. Y el reservado cada vez parecía mas elitista, ya que mucha gente que lo frecuentaba había dejado de subir y prefería bailar en la pista. Pero por suerte para Ricochet pronto Emilio empezó a hacer cosas condenables para un reservado. Y es que pronto Emilio quiso hacer gala de sus coreografías like to Upa dance y también se abrió paso en la pista. La gente de a pie son mucho mas impresionables, y pronto las palmas y el corrillo se hicieron palpables. Emilio ya estaba completo. Pero lo que no sabía es que en la oscuridad el malvado de Ricochet estaba beneficiándose del pasaporte de este. En un rincón Ricochet estaba besandose con el cachas. Y yo tuve que hacer caso de las órdenes de Ricochet. Me acerque a la pista y empecé a dar la voz de alarma. Prácticamente la discoteca entera se quedo muerta al ver la escena. Y en un momento el cachas se vio descubierto y fue cuando Ricochet hizo lo que mejor sabia. Ser protagonista. Siguió besando al otro hasta que Emilio llego y vio la escena.

Como siempre la lastima ajena se apodero de mi. Pero no me dio tiempo a decir nada. Emilio no hizo absolutamente nada. Salió de la sala con la cabeza baja y las miradas de toda la discoteca clavándose en el. Se marcho y creo que ni siquiera cogió sus cosas del guardarropa. Cuando Emilio salió por la puerta Ricochet soltó al cachas y se esbozo una sonrisa malvada en su rostro. Por suerte el ambiente es efímero y nadie pensó mas en el pobre Emilio. Bueno yo si. Y cuando Ricochet me dijo que se marchaba con el chulazo me fui en busca del bueno de Emilio.

No lo encontré, no hasta que ya estaba a punto de subirme a un taxi y vi como Emilio volvía a buscar sus cosas. Me supo tan mal verle abatido que preferí girar mi mirada y marcharme. Pero el me llamo. Todo el mundo sabia que yo era "amigo" de Ricochet y el que había estudiado nuestras biografías mas aún. Podía notar el temblor en su voz pero no le deje hablar y le dije.

-Siento lo que ha pasado Emilio.
-No hace falta que digas algo que no sientes.
-Porque dices eso?
-A la vista esta que no perdonáis a nadie que quiera ser como vosotros.
-Es verdad, no quiero que seas como yo.
-No esperaba semejante sinceridad por tu parte la verdad.
-No quiero que seas como nosotros, porque quiero que seas feliz.
-Yo soy feliz. bueno al menos creía serlo.
-Si eres como nosotros nunca lo vas a ser.
-Tu eres feliz?
-No estamos hablando de mi.

Y con esa rara conversación nos dio la risa tonta. Realmente me hacia infeliz una vida dedicada por y para los ojos de los demás. Una y otra vez había maldecido haber nacido fabuloso, pero lejos de ser un estúpido como Ricochet yo lo llevaba lo mejor que podía. Emilio resulto ser una persona divertidísima y legal. Así que nos fuimos a desayunar y me hizo prometer que algún día escribiría un artículo contando su historia. En ese blog que a el le gustaba tanto y que escribía un tal TONI HILTON. Hace mucho que no se de Emilio y no se si alguna vez leerá esto, pero quiero que sepa que si, que soy feliz y que lo prometido es deuda.


3 comentarios:

Thiago dijo...

Ya me tardaba Ricochet... ¡tu mejor creación!

Bezos

Anónimo dijo...

JA tardaba a apereixer! Ricochet Forever!!
Per cert ja he publicat les meevs prediccions tarotistes!!

el Shysh dijo...

El domingo, cuando leí esta entrada pensé algo parecido a esto que tú dices: "es paradójico que alguien que no lee mas que revistas de moda como yo tenga tan buen dominio de la literatura y escriba tan bien como yo". Sobretodo pensaba en tu capacidad para dar forma a pequeñas historias cotidianas, para reproducir un formato que es muy identificativo de tu manera de escribir: introducción "filosófica", anuncio del conflicto, diálogo bitch y resolución. Ojalá yo (el supuesto intelectual ha!!) tuviera la facilidad que tú tienes para tramar historias. Y eso que la biblioteca de la mansión TH sólo cuenta con obras salidas de los talleres de Condé-Nast. Ah, y no te lo dije porque como últimamente no tienes nada en común con mi blog, pues me quedé callado, pero no resentido.
Y yo quiero una camiseta de esas de Una vez leí un libro. Que sólo tengo una con letras y dice "What we talk about when we talk about love" Intelectual Kisses.