11. No todo es de color de rosa.

Todo el mundo sabe que cuando una relación se rompe siempre hay dos verdades. Y si esa pareja tenia el mismo circulo en común tarde o temprano toca decidir con cual de las dos mitades te quedas. Eso pasó con la pareja perfecta. Jorge y Pedro. Y no es porque yo sea de esos que odian la felicidad ajena, pero la verdad es que a mi la pareja que formaban nunca me había despertado ningún interés. A quien conocía mas, era a Pedro. Porque había estudiado con el. Y aunque no se pudiera decir que fuéramos precisamente íntimos. Siempre habíamos sido “amigos” Pero por H o por B yo siempre había culpado a Jorge de alejarle de mi e impedir que mi amistad con Pedro hubiera evolucionado.

En el mundo gay corre el rumor de que las parejas estables no pueden funcionar. No era este el caso de ellos dos. Ambos eran la pareja (asquerosamente) perfecta. Una de esas parejas que todo el mundo sabía que terminaría en boda segura. Y como todas las que acaban en el altar era una relación larga, aburrida y monótona. Personalmente les odiaba con toda mi fuerza. Hacían cosas extrañas como ir de excursión en bicicleta al campo! Tenían por costumbre martirizarnos una vez al año con las fotos de sus idílicas vacaciones. Y eso que ninguno de los dos llegaba a los 25 años!

Eran jóvenes, pero ya hacia mucho tiempo que habían renegado del ambiente gay. Eran como una secta. Ellos dos formaban una sociedad limitada. Jamás de los jamases salían con otras personas. Era impensable que aceptaran ir a un cumpleaños y mucho menos que fueran a una discoteca. El sexo que podían tener era monótono. Jorge siempre era el activo, el que llevaba las cuentas de la casa y el que decidía que regalar a los familiares por navidad. Fueron 4 largos años que un día terminaron. Y si, yo fui el culpable de que eso sucediera. No se si puedo decir que fui el culpable del todo. Pero si algo es seguro, es que se les acabo rápido esa relación fomentada en los pilares de la confianza mutua y todo ese bla bla bla.
El declive (por así llamarlo) sucedió el día que me encontré a Pedro por la calle. Andaba yo tan tranquilo cuando de repente fue el mismo Pedro quien me vino a saludar. Cosa inaudita teniendo en cuenta que Jorge le tenía siempre de la mano. Como quien no quiere la cosa vino a mí. Al enemigo! Y salvando las distancias ignoraba que me cobraría todo ese odio que sentía hacia la monogamia.

Al tenerle delante no pude evitar mirar a un lado y otro. Donde estaba su marido perfecto? Ni rastro del asqueroso de Jorge. Pedro me conto que su novio se había marchado a cuidar de su madre enferma. Y que el no podía acompañarlo porque tenia un examen muy importante que no podía suspender. Un examen que tenia esa misma tarde. Tanta era la presión que soportaba que había salido a pasear porque en su casa se agobiaba. Jorge volvería el Lunes por la mañana y el ya estaba muerto de los celos.

Le invite a merendar. Que menos podía hacer yo que ayudar a un amigo que se moría de celos a tan solo 3 horas de separación de su pareja. Fue Sentados en Starbucks que me conto que le había llamado y para su sorpresa Jorge el perfecto tenia el teléfono apagado.

-Toni y si me esta engañando?
-Solo seria una infidelidad.
-Pero crees que puede estar haciéndolo?
-Haciendo que? Lo que creo es que esta misma tarde tienes un examen y te estas descentrando.
-Tienes razón, pero dime porque no me coge el teléfono!
-Tal vez se le ha acabado la batería o no tenga cobertura.
- Toni es muy extraño todo esto.
-Mira Pedro sabes que soy la persona menos indicada para hablar sobre esto.
-No digas eso, tu eres mi amigo no?


Pobre iluso. La monogamia le había echo creer que aun tenia los mismos amigos que antes de entrar en esa secta. Si, tal vez fuimos amigos, pero no ese tipo de amigo que éramos en un pasado. Supongo que la rabia me pudo y decidí cobrarme la venganza así que sin ningún pudor de poder destrozarle la vida le dije.

-Esta tarde salimos a cenar para celebrar lo bien que te ha ido el examen.
-Oh! como me gustaría! Hace tanto que no salgo a cenar fuera.
-Es que Jorge no te saca a cenar fuera?
-Tenemos que ahorrar...
-Ahorrar? Pero si solo tienes 22 años!
-Ya Toni, pero para vivir juntos hemos tenido que renunciar a muchas otras cosas.
-Y cuando te has dado cuenta estas solo sin amigos y enfermamente celoso.


Su cara cambio. Mi psicología invertida y su desesperación le hicieron caer en mis redes. Pero la jugada salió mejor de lo que yo esperaba, porque Pedro me miro y me dijo flojito.

-Esta noche quiero ir a la discoteca.
-Pero con una condición.
-Dime! lo que sea.
-Prohibido el teléfono.


Se lo pensó un poco pero finalmente accedió. Eso me convertía en su anfitrión nocturno. Me hizo prometer que no le contaría nunca a Jorge que habíamos salido. Y mas le valía no hacerlo porque Jorge me odiaba y mas que lo haría si supiera que era yo el que andaba detrás de la incorporación nocturna de su tortolito.
Esa misma tarde Pedro hizo su examen y a la puerta de la facultad me encontró a mi. No le dio ni tiempo a mirar su teléfono donde dos llamadas perdidas de Jorge le esperaban. Apague su teléfono y lo metí en la mochila. Nos fuimos a merendar y nos reímos tanto por los viejos tiempos que ni se acordó de mirar el teléfono. Mas a mi favor porque al estar apagado no sonó en ningún momento.

Cuando quiso ir a su casa a cambiarse le dije que ni se molestara. Como en los viejos tiempos vino a mi casa donde le preste ropa y entre risas nos fuimos a cenar. Lo se, soy malvado, pero no podía permitir que fuera a su casa pues seguramente en el fijo habrían llamadas de su novio y en el contestador algún que otro mensaje. No logre aislarle mucho tiempo. El calzado que le había dejado yo le iba grande. Así que como estábamos mas cerca de su casa que de la mía subimos un momento. Efectivamente, en su contestador parpadeaba, le metí prisas, pero el fue mas rápido que yo y en cuanto me distraje había encendido su teléfono.

-Toni! Que tenia el teléfono apagado!
-Claro, de haber estado todo el día metido en la mochila a veces se apagan si no hay cobertura.
-Tienes razón. Bueno a ver si me ha llamado Jorge.
-Que condición hemos dicho para salir?
- Que Nada de teléfonos.
-Pues venga vámonos que nos esperan..


Y le metí mas prisa para que nos fuéramos sin teléfono. Pero con lo que yo no contaba es que el fue mas listo que yo y en cuanto me distraje puso el teléfono en silencio y se lo metió en el bolsillo. Pero Jorge no paraba de llamar. Prueba de ello es que el bolsillo de Pedro no paraba de transparentar la luz de la pantalla y el teclado. Su teléfono vibraba pero tampoco podía coger la llamada porque yo había dicho que nada de teléfonos. Y el quería quedar bien conmigo.

Nos fuimos a cenar y lo pasamos muy bien. Casi toda la pandilla de los viejos tiempos estábamos brindando. Y Pedro que hacia tiempo que no bebía estaba verdaderamente borracho. Se fue al lavabo y por miedo a que fuera a llamar a su novio envié con el a Pelayo.
Le obligue a que vigilara que Pedro no hiciera ninguna llamada. Pero la suerte estaba de mi favor y su teléfono estaba en la cazadora que no paraba de vibrar

Sin pensarlo cogí el dichoso Nokia y lo apague. Cuando salimos del restaurante le pedí a Pelayo que tirara ese teléfono a la papelera. Pero Pelayo lo cogió y guardándolo en su bolsillo me recomendó cautela. La noche sucedió como cabía esperar. Reímos, brindamos y nos caímos al suelo rememorando viejos tiempos.

Ya de madrugada, y cuando salimos de la discoteca Pedro quiso montarse en el taxi y el muy bobo va y se le escapo ‘Mierda he perdido el móvil’ Yo puse cara de contrariedad y le escupí prácticamente que sus promesas no valían una mierda. Antes de que Pelayo victima del arrepentimiento me arruinara el plan le cogí del brazo y dejando a Pedro solo con un pie en el taxi y otro fuera en el asfalto nos marchamos (yo muy indignado)

No supe mas de Pedro hasta que al día siguiente me llamo.

-Toni lo siento mucho.
-Me prometiste que nada de teléfonos.
-Ya pero...
-Pero nada! Ya veo lo que vale una promesa tuya.
-Toni te pido disculpas.
-No solo con mentirme encima vas y pierdes tu dichoso teléfono.
-Toni,,,
-Que quieres?
-En el contestador habían unos mensajes de Jorge muy enfadado.

Me incorpore y con el antifaz de diadema quise saber mas. Mi plan estaba funcionando tal y como yo quería que sucediera.

-Y que dicen esos mensajes?
-Que le he defraudado.
-Tu mismo Pedro.
-Que puedo hacer?
-Fuiste tu el que quisiste salir. O me dirás que te obligue?
-No no claro.
-Y ahora como piensas arreglar la que has liado?
-Le contare la verdad.
-Y que es la verdad?
-Que quise salir y que perdí el teléfono.
-Ibas tan borracho que seguro que te lo robaron.
-Toni tengo que dejarte que no me encuentro muy bien. Tengo una resaca alucinante.


Colgué el teléfono y con una sonrisa malvada me mire al espejo. Como podía ser tan malvado y sobretodo, tan encantado de serlo? Esa misma noche me llamÓ Pedro de nuevo y me conto que Jorge había llorado diciendo que no se podía creer que a la mínima que se marchaba su novio corriera a los antros de vicio. Me conto que su novio llegaba el mismo Lunes por la mañana y que era una mierda porque el tenia clase y no podría estar con su novio que tenia la mañana de fiesta. Pedro aun estaba muy confuso y ni recordaba lo que había pasado esa noche.
Y a la pregunta de si se había liado con alguien le conté que fueron unos cuantos besos y magreos con un tío en un rincón.
Aun se sintió peor asi que opte por ni inmutarme con su historia de lagrima fácil y me despedí fríamente deseándole que se arreglaran sus cosas. Realmente no quería que se arreglaran así que el Lunes por la mañana sabiendo que Pedro no estaría en casa llame y se puso su maridito.


-Hola esta Pedro?
-Quien eres?
-Soy Toni un amigo suyo.
-Ah. Pues no no esta. Que querías?
-Pues es que tengo el teléfono de Pedro en casa.
-Y porque lo tienes tu?
-Me lo ha dado el chico con el que estuvo el Viernes por la noche. Supongo que a Pedro se le debería caer cuando se metió en el cuarto oscuro, como iba tan borracho.

Y un silencio gélido fue lo que obtuve por respuesta. No supe mas de Pedro ni de su novio perfecto. Bueno si, que intentaron arreglarlo pero lo bajo que había caído Pedro en ausencia de su marido había sido sobre pasable a todo lo perdonable por una pareja celosa.



4 comentarios:

Thiago dijo...

Bueno para mataros a todos.... Unos por celosos, por cantamañanas, por traidores, por mentirosos, por falsos, por envidiosos, por maricas, por lloronas, por celosas.... menos mal que eres tan divertido, jajaja

Bezos, cari.

Que ya se que te debo una llamada, que recibí el mensaje el otro dia, y me reí mucho.... pero nuse, me parce que me escapas y no hay anera de hablar contigojajaja Bzos.

Anónimo dijo...

Eii! Aquest post em sona molt a la conversa q hem tingut abants no? jejej!
Mort a la monogàmia! Deixem-la tota pels heteros!ajajja
Però q si surt un Princep Blau, es meu eh!

el Shysh dijo...

Aquí sí dibujas a TH como el más malo de la peli. Alexis Carrington es monja a su lado. Su aversión a la pareja queda patente, tal vez por despecho por el abandono del amigo. Ha maquinado un plan que ha salido perfecto para sus fines, pero ha sembrado la discordia en una aburrida monotonía de amor.

Sandum dijo...

Que horror! Esto es lo que en mis circulos decimos todo un barriobajero! Mira que urdir todo ese plan para separar a la parejita perfecta! Pero me he divertido con la historia... Saludos!