41. Esmalte de uñas para chicos poco profundos.


Ayer por la noche lloré como hacia años que no lo hacia. Sentado en las escaleras de mi portal, dejando el protocolo en un descarado segundo plano.
Hacia solo unos minutos que un chico aparentemente perfecto, me había dejado con el típico ‘Me gustas, pero eres demasiado superficial para mi’. Una cita en la que yo hice lo que pude viendo como todo se iba a la mierda.

Por una parte llego a entender su decisión. Pero de aquí a pedir perdón por preferir lacarme las uñas y mirar TV por cable, a leer un Best Seller.
Aunque los chicos como él no soportan los BS. Leen a Kafka y se sienten importantes. Pensándolo fríamente, entre Kafka y yo tampoco puede existir tal abismo. Ambos somos seres atormentados, y adelantados a nuestro tiempo. Salvo que a mi me da sueño leer, y Kafka escribía ladrillos sin faltas de ortografía. Pensándolo bien, tengo todas las de perder, y él luz verde para conquistar el corazón de chicos profundos.

Todos estos pensamientos venían a mi cabeza. Las lágrimas no cesaban, y hasta el portero tuvo que traerme un vaso de agua. Bebiendo agua del grifo, me di cuenta que nunca me había sentido tan solo. Sin querer evitarlo, me quise autolesionar emocionalmente. Soñando como seria mi vida si un chico viniera a mi con flores, o me digiera que había echo una tarta para que merendáramos.

Estos pensamientos suelen ser privados, ya que me avergüenza contarle a alguien que quiero un novio cursi. Pero esta vez tenia la irrevocable necesidad de dejarlos salir de mi mente.
El iman que tengo para chicos violentos, drogadictos, o con tendencia a que los mantengan, no hacían un currículo amoroso digno de presentar. Normalmente solo venían a mi chicos que tenían miedo a mostrar sus sentimientos (si es que los tenían) chicos con una visión tan pésima de la vida, que rozaban mas el suicidio que envejecer a mi lado.
Y cuando encontraba al chico perfecto, o me consideraba superficial, o se sentía presionado porque usara ropa mas cara que la suya.

Tanto es así, que cada día se fue convirtiendo mas difícil, el llegar a confiar en la buena fe. Y me iba convirtiendo en un escéptico emocional capaz de no creer en nadie que diga que el rosa si existe.
A mi venia la necesidad de ir a barras americanas (donde el alcohol es mucho mas barato) y acabar llorando mientras una chica se desnuda al ritmo de Family man de Mike Oldfield. Sumergido entre hombres borrachos que gritan a chicas que les lanzan besos por billetes de 20 euros, me suelo dar cuenta de que para llegar lejos, es mejor una actitud lasciva, y jamás hacer nunca caso de los comentarios de gente que lee a Kafka.

¿Será que mis emociones han pasado al lado oscuro? ¿En que momento el rosa me abandonó a mi suerte? Inconscientemente dejé a un lado el esmalte rosa. El tiempo pasa, y no aún no hay nada ni nadie que me esté atando a la vida. Tal como llegan las estaciones, se marchan y cada vez me siento más solo y amargado. Cada vez tengo mas ganas de dormir y de repente levantarme sumido en un invierno que me advierte de que todo ha vuelto a empezar.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

A mi m'han deixat mil cops! Treanquil que al final del túnel hi ha una llum!
Si jo he aconseguit trobar algú tan profund com jo, tu trobara´s algú tan sueprficial com tu, don't worry!

BLANK dijo...

TONY! vas a conseguir que me deprima!!
desde cuando un tio prefiere un buen libro a un buen polvo?
nonono tu tienes mucha mala suerte!!
en cerocoma te quiero ver mudandote a madrid para que YO te encuentre un buen hombre!!

hay que saber donde buscar querido!! ya tengo candidatos y todo, uno es un chef-to be!! asi que las tartas las tienes aseguradas xDD

haha
always yours.
LOL
XOXO