17. Come back to USSR

Cuando de pequeño mi abuelo me reñía por las malas notas, yo siempre me miraba al espejo y soñaba en ser un Starlet sin cultura pero con demasiado dinero para sentirse culpable por ello. Con los años me he ido encontrando con situaciones en las que por muy celebridad local que sea, me hacen arrepentir de no haber estado atento en la clase de Geografía.
Sin ir mas lejos un accidente destacable hizo que mi fama como erudito bajara hasta dejarme a la altura de un inculto.

Supongo que cuando lo único que lees es el HOLA no puedes lamentarte de tener una laguna mental que te impide acordarte de distancias entre países. Hay quien cuenta en manzanas, hay quien lo hace en Kilómetros, y quien como yo solo contaba los minutos para que acabara la clase de Geografía.

Pero el ridículo vino el día que mi amigo Pablo cumplió 4 años de relación con su novio Agustín. Para que os hagáis una idea de cómo era este, diré que Agustín tenia una vida tan asquerosa como su nombre. Acababan de cumplir 4 años y ese día era temido por todo el mundo.
Se había demostrado que su amor era superior a sus grandes diferencias. Y es que si uno era alto, el otro era bajito. Uno era gordo y el otro esbelto. Uno inteligente, y el otro un zopenco. Por si alguien lo duda, Pablo era el alto guapo y superficial. Agustín era bajito gordo peludo y muy listo, pero esa inteligencia no le servía para competir con nosotros. Los chicos de color de rosa. Precisamente nosotros habíamos llorado mucho con la baja de Pablo en la banda. Y es que incomprensiblemente Agustín le absorbía hasta el punto de que no reconocíamos a Pablo


Porque no decir que nos daba bastante rabia que la felicidad les durara tanto. Aun recuerdo cuando en el colegio Pablo me presento a Agustín. Era el tío más feo que había visto en mi vida. Y lo mas curioso es que Pablo que podía aspirar a mucho mas estaba ciego completamente por el. Ya fui malo ya pero nunca mis retorcidos planes cuajaron para que acabaran mal.
Llego un momento en el que me rendí y cuando me di cuenta Agustín me llamaba para decirme que hacían 4 años. Me pidió si podíamos vernos. No sabia que regalarle a Pablo. Y después de media hora de insistirme fui bueno y le cite en un lugar donde nadie me conociera. Porque llevaría 4 años con un amigo mío, pero seguía siendo igual de feo que el primer día.
Quedamos en una cafetería de esas que no tienen un nombre con gancho en la puerta. No quería gastarme 12 euros en 2 Mocachio para bebérmelos delante de el. Entre al bar casi escondido y fui en busca de Agustín.

Cuando me senté en su mesa la sensación de que no era buena idea me invadió por dentro.

.Si que vienes escondido
.Es este frio Agustín.
-Parecemos Amantes con tanto misterio no crees?

Mis oídos habían escuchado lo que creo que habían escuchado? Daba igual. No podía pegarle ni montar una escena porque estábamos en un bar donde desayunaban obreros, así que pacientemente le dije.

-Que querías?
-Necesito que me ayudes.
-Ves como ya te dije que no te dolería hacerte las cejas! Cuando quieres que vayamos a hacértelas? Veras que guapo te ponen!
-Eh... mmmm no no es esa la clase de ayuda que te quiero pedir.
-Aix...
-Pablo y yo hacemos 4 años y quiero que me ayudes a escogerle el regalo.
-Bueno, tampoco es que yo conozca tanto a Pablo.
-Pero si sois amigos no?
-Bueno si, pero estos últimos 4 años pues nos hemos distanciado mas.
-Claro claro. Pero que crees que le puede hacer ilusión?
-Un viaje a Rusia.
-A Rusia... Es verdad que siempre dice que es el sueño de su vida.
-En el colegio ya lo decía y fíjate tu que de eso hace muchos años.
-Pablo aun estudia.
-Ah... ya. Bueno pues creo que un viaje a Rusia seria el regalo ideal.
-Y tu me acompañarías a una agencia de viajes a preguntar?
-Hombre...
-Vendrías?
-Supongo que si.
-Pues vamos ahora no?
-Vamos vamos.

Y muy cortado me puse el abrigo y me dirigí a pagar. No hizo ni el intento de pagar mi consumición. Si es que todo me empujaba a odiarle! Salimos a la calle y el frio gélido del Invierno me ayudo a taparme bien con la bufanda para que nadie me reconociera. De camino a la agencia de viajes hablo sin parar de lo felices que eran. De los planes que tenían y de que morirían juntos. Por poco vomito en una papelera. Pero como soy un chico educado me resigne a mirarle con cara de odio contenido. De ese que sonríes por fuera y odias por dentro. Me mire en un escaparate de Sephora y no pude mas que pensar- Oh dioses del averno, Porque me habéis echo tan perfecto. Visto por atrás Agustín aun era mas feo. Era bajito y ese abrigo color beige como de cazador era horrible. Por suerte llegamos a la agencia de viajes y entramos.


Una chica muy amable nos atendió. Justo nos sentamos y va Agustín y dice.

Mi pareja y yo hacemos 4 años y queremos un viaje a Rusia.

La chica me agarro de la mano y me felicito efusivamente. Por poco me levanto y me voy corriendo, no sin antes darle con un diccionario en la cabeza al tonto de Agustín. Ya era el colmo que alguien pudiera creer que yo tengo tan mal gusto como para estar con eso. Cuando aclare rápidamente que yo no era el "afortunado" y con el corte respectivo de la chica al ver mi cara. Decidí hablar yo y preguntar por el dichoso viajecito. Agustín fue educado y me dejo hablar a mi, por lo menos así no enseñaba esos dientes que pedían una Ortodoncia a gritos, ni su aliento y saliva salían de ese buzón que tenia por boca.

Le pregunte a la chica por precios opciones y diversos paquetes. Agustín no decía nada. Por suerte solo escuchaba con atención. Pero he de reconocer que no soy perfecto y aquí fue cuando yo lo lastime todo. Un mapamundi de esos que se usan de alfombrilla en las mesas de las agencias estaba delante de mi. La chica no paraba de señalarlo para explicar distancias y demás. Explico posibles escalas y fue cuando yo pregunte.

-Ha de ser horrible viajar de USSR a EEUU. Un vuelo que ha de cruzar todo el planeta!

La cara de la chica fue la viva expresión de la contradicción. Yo señale con el dedo EEUU y como tenia que cruzar todo ese Mapa para llegar al otro extremo USSR. De repente Agustín empezó a mearse de risa. Daba patadas a la mesa y se pegaba golpes en el pecho. Cuando a los 5 minutos dejo de reírse va y me dice.

Que la tierra es redonda so tonto!- Y doblando esa alfombrilla vi como de Rusia a América no había mas que ese dobladillo. Me puse rojo como un tomate. Notaba como mis orejas estaban encendidas y opte por callarme y dejar que fuera el Feo pero listo el que hablara. Cuando salimos el no paraba de reírse. Y por una vez me sentí molesto con alguien por ese motivo.

Agustín era feo, peludo, bajito, tenia halitosis, le olían los pies, y no sabia quien era Miley Cirus. Pero era inteligente. Sacaba buenas notas, tenia una formación universitaria y lo que es mas importante. Sus últimos 4 años los había pasado al lado de una persona a la que querer y que le quería. Y contra eso, por muy fashion que yo fuera no podía competir ni en sueños.