21. Culpabilidades duales.

Las amistades suelen ser para siempre. En ese caso, tengo claro que prefiero los diamantes. Yo no necesito verme reflejado en el escaparate de Cartier para darme cuenta. Las amistades pluriempleadas no existen. Prueba de ello fue cuando me entere que mi ex prometido se había casado. Si, me prometí con 20 años para demostrar que podía hacer frente a responsabilidades. Pero cuando vi que la cosa iba en serio me tire atrás. El resultado fue medio año sumido en el anonimato. Un cambio de numeración telefónica, y mucha terapia después lo vi claro.
Mi circulo social estaba formado por gente incompetente a nivel emocional. Cuando más necesitaba mas se alejaban. La culpa fue mía por haberles hablado de vampiros emocionales en un pasado no muy lejano. Ahora me encontraba sepultado en ediciones de Vogue de todos los idiomas. Y lo que es peor habiéndole destrozado el corazón a un chico que me quería.
No se si a mi o a el dinero. Porque cuando presente a mi prometido en sociedad, las opiniones no fueron muy dispares. Todo el mundo estaba convencido de que no me quería. Cuando me entere de que 6 meses después de nuestra ruptura el ya se había casado mi mundo se vino abajo.
Cuando lo deje con Eduardo, mis amigos fueron mi sombra. Medio año después ya nadie se acordaba del episodio mas lejano al rosa de mi vida. Pedí hora urgente para terapia. Mi terapeuta no tenía horas libres hasta dentro de dos días. Donde podía estar dentro de 2 días sino muerto? Llame a Ricochet, y no contestaba mi llamada. Envié un mensaje a Bianca y al no entenderme me invito a comer.

Sentados frente a frente charlamos de la vida en general. Pudo mas mi tristeza, así que deje para los postres la noticia de que Eduardo ya era un homosexual felizmente casado.

-No recuerdo haberte visto así nunca.
-Es horrible Bianca. Mi vida se esta yendo a la mierda. Y todo por mi trastorno de personalidad que hace que la gente se aleje de mí.
-Tú no tienes ningún trastorno de personalidad.
-Ah no? Y entonces como le llamas a esto?
-Eres una persona expresiva.
-No veo mucha diferencia.
-Todo tiene arreglo. Y es normal que tengas crisis, forman parte de ti. Ya no me planteo tu amistad sin ellas.
-Gracias supongo. Es bonito ver que alguien como tu tiene las cosas tan claras.
-Como yo?
-Una drogadicta arruinada.
-Gracias supongo. Como te sientes exactamente?
-Me siento estúpido. A menudo tengo crisis. Crisis difíciles de entender. Con una facilidad preocupante para el desarrollo. Siento que no se que hacer con mi vida. Y prefiero frivolizar antes que pensar en que va a ser de mí.
-Yo tenía esas mismas preocupaciones.
-Y te casaste.
-Crees realmente que el matrimonio es la solución?
-No, no la es. Pero no tendré que preocuparme más. Cuando herede seré una persona mantenida y solvente en caso de divorcio.
-Alguien católico como tu contempla el divorcio?
-Soy católico y homosexual Bianca! Que mas puede pasar?
-Teniendo en cuenta que te prometiste a los 20 años para demostrar que podías ser responsable, supongo que nada peor.
-Precisamente es eso Bianca. Eduardo se ha casado!
-Es su vida. Tu ya no forma parte de ella, y por suerte el ya no forma parte de las nuestras.
-Supongo que tienes razón.
-Que opina Ricochet de todo esto?
-Tu no soportas a Ricochet…
-Pero forma parte de tu vida, y tu formas parte de la mia.

Al fin y al cabo tal vez no eran tan malos mis amigos. Curiosamente alguien tan social como yo, no era paradójico que me traumatizara por cosas banales? No seria mas practico que llorara por los niños que no tienen comida? Aunque pensándolo bien, África me quedaba tan lejos! Sinceramente estaba enfadado. Pero no tenia que buscar siempre un cabeza de turco para basar en el mis frustraciones.
Sin ir más lejos. Tal vez era cierto que Bianca, una ex millonaria cocainómana y bien vestida no fuera lo más cercano a una madre que pudiera dar buenos consejos. Y evidentemente que Ricochet, ese exótico chico de doble nacionalidad, promiscuo, mal intencionado y manipulador no era el mejor confidente, pero cuando le necesitaba siempre tenía el talonario a punto.

Bianca ya me había dicho lo que pensaba. Pero aun necesitaba hablar con Ricochet. Salí del restaurante en dirección Diagonal. Eran las 4 de la tarde, esa hora de incertidumbre ya que nunca se sabía si aun se le podía encontrar ebrio. Curiosamente aun estaba ebrio, pero dentro de un Mercedes SL-Class en rojo metalizado. Haciendo tiempo mientras su esmalte de uñas a conjunto con el coche se secaba.

Al verme sonrió. Pero mi cara de desesperación le hizo salir del coche y venir a mi encuentro. No pude más y arranque a llorar. Misteriosamente el olor a Gucci envy me distrajo mi mente. Mirándome a los ojos me pregunto que me pasaba.

-Eduardo se ha casado. Poco después de medio año! Se ha casado, y el terapeuta insiste en que hay gente que ha nacido con ese cometido.
-Quien es Eduardo?
-Ricochet por favor! Me prometí con el en el 2005!
-Ah! Quien se acordaba ya de ese fracasado?
-Yo! Yo me acuerdo de el. Y todos los días, me acuerdo de lo felices que éramos, y de cómo mi inestabilidad emocional le alejo de mí.
-Toni, el te dejo porque tu no quisiste casarte con el.
-Ah, bueno si. Pero mi miedo al compromiso fue tan solo la punta del iceberg.
-Tenemos 23 años. Que podemos hacer con nuestras vidas?
-Morirme, quiero morirme!

-No delante de mi SL-Class. Toni eres un escandaloso. Y entiendo que puedas estar mal, pero es ilógico que te quieras morir por una tontería.

Era curioso que me lo digiera alguien que en su hora de terapia sufría crisis de ansiedad al pensar como podía vivir antes de que existiera el iPod.

Pero como amigo mío estaba en lo cierto. Magnificar algo del pasado era perder el tiempo? Necesitaba ir yo al valle de los leprosos emocionales? A done había ido esa parte de mi que cerraba clubs y no le importaba el mañana.
Por suerte esa misma noche me di cuenta de que mi matrimonio con Eduardo tampoco hubiese sido la solución.


De que servía unir mi vida con la de una persona que me daba todo su apoyo para dejar la cocaína, y yo disfrutaba tomándola hasta que me sangraba la nariz?


1 comentario:

Pueblerino Cool dijo...

A veces nos comemos la cabeza con cosas que realmente no podemos solucionar y que, en ese momento, ya no sirven para nuestra vida.

Creo que las cosas pasan porque tienen que pasar y así debe de ser.

Me he reído mucho con el diálogo con Bianca y con las descripciones que haces de tus amigos.

Gracias por pasar por mi blog y haberme descubierto el tuyo.

¡Un besote!