22. Silicona veraniega.

Últimamente pisar el asfalto caliente me está resultando algo incomodo. Y no porque yo no sepa andar con Hawaianas, que siempre acabo dejándome en las discotecas debido a mi estado a la hora de volver a casa. Es una sensación de que todo lo que me rodea tiene un color amarillento. Es algo que me resulta excitante pero a la misma vez, un problema para mi. Todo está demasiado pegajoso, los niños berrean en las calles y no dejan que yo pueda dormir por las tardes para seguir viviendo por las noches.Pero por mas que yo pueda adorar el verano, no evita que de alguna manera odie tener que compartirlo.

Me irrita perder tiempo bajo un sol infernal, para después ver que el obrero de mi calle está mas bronceado que yo. Como lo hace? Y eso sin contar que su vida social es nula a mi lado! Si no es por mi, el Verano acabara y tendré la conocida sensación de haber perdido el tiempo durante los últimos 3 meses y medio. Es sensato entonces que diga adiós a esas calurosas tardes de Agosto, en las que a pesar de que la sombra del cáncer de piel planea sobre mi, yo sigo tostándome sin pensar en nada mas?Supongo que si, sin faltar a la verdad, nunca ha estado entre mis planes entrar en la treintena. Así que acabo decidiendo dejar que mis hombros vayan de camino al enrojecimiento peligroso.Y es que en verano todo se magnifica.

Sin ir mas lejos, el otro día estaba sentado tomando algo cuando sin querer, escuche la conversación de dos adolescentes rubias, vestidas con unas faldas tan pequeñas como sus mini bolsos Just Cavalli.Comentaban si era realmente cierto que quitándote unas dos costillas la vida gana mucho más en terreno fabuloso.Respire hondo, las odie públicamente, y acto seguido me sentí miserable ya que yo era como ellas hacia tan solo media hora. Una vez en caja, nos encontramos, y saludamos efusiva mente.

Decoro veraniego que hizo que mi lado mas retorcido invadiera la que se suponía conversación banal. Un ataque misógino invadió mi pensamiento. Detestaba que ellas fueran mas populares que yo. Y sobretodo me molestaba no tener unas tetas como las suyas para seguir siéndolo. Con la mejor de mis sonrisas les pregunte;

-Con el calor la silicona debe estar pegajosa verdad?

Sus caras fueron invadidas por una incertidumbre densa. Se podía mascar en el aire, el malestar producido por mi comentario me iba a salir muy pero que muy caro. Una de las chicas ofendida me respondió -Estas tetas son mías!- a lo que yo muy educadamente le dije que claro que si. Ofendidísima juró que me iba a desprestigiar. Y se marchó.
Cuando la vi subir al taxi supe que era demasiado tarde. Esas chicas que en su día fueron discípulas! Eran ahora unas pupilas renegadas del color rosa! Y lo que es peor. Renegaban de mí!

Quien les dio la vida cuando aun era morenas poco definidas? YO!
Quien les enseño a meter el contenido de un Birkin XXL en un 2/55? YO!
Quien les saco de esa fabrica de clones para insertarlas en mi secta? YO!

Y ahora esas chicas ni se acordaban de mi! La vida me había dado una bofetada. Buscada si, pero bofetada con todas sus letras. Me iban a repudiar sin mas! Tenia que hacer algo, pero no cualquier cosa, No. Algo digno de alguien que no puede ir solo a buscar dinero al banco por ser peligroso. Aún y sabiendo que la culpa era mía, jure venganza. No podía hacer otra cosa que lo mejor que se nos da a los chicos de color de rosa. Eso me pasaba por meterme donde no me llaman.
Pero se iban a enterar de quien era yo en el arte de inventar rumores. Pues claro! Inventar rumores! Porque todo el mundo sabe que después de sabernos la rueda cromática de memoria, inventar rumores es parte de nuestra genética.
Una vez en casa pasé a la acción. Cuando yo tenía su edad normalmente funcionaban los rumores sobre retoques plásticos. Pero ahora esos chismes de quirófano, eran incluso una honra para ellas. Podías transformarlas en Amanda Lepore, y ellas lejos de enfadarse, lo añadirían a su currículo como quien no quiere la cosa.
Sentado en mi cama le conté a mi prometido el incidente. Y al rato me di cuenta de que se había quedado dormido! Mi blasfemia recalcitrante era además soporífera. Me iba a casar con un jodido subnormal que no tenia mas obligación que hacer ver que me entendía, y encima no lo hacía ni bien! Al salir a la calle me di cuenta, de que a veces asumir la parte de culpa no podía ser tan malo.

Estaba claro que en ese caso la victima era yo. Pero en esta historia ellas estaban quitándome a los groupies, ellas me estaban robando a los fanáticos, y eso que no teníamos ni el mismo perfil de publico! Sobre mi se cernía una depresión social muuuy chunga. Y todo era por no saber callarme la boca. Pero por suerte para mi, Barcelona es una ciudad de costumbres, y en verano todo el mundo va a la costa.

Idiota de mí tuve la mala suerte de ir a la misma playa que mis enemigas. Pero sin saberlo, ese fallo argumental, se iba a convertir en el AS de mi bañador nuevo. A pocos metros de mi. Allí estaban ellas. Tan ricamente, rodeadas de chulos. Dejándose querer, y tostándose al ritmo de las olas. Cansado de ver como cotilleaban, me levante y me fui al agua.
No tardaron en seguirme. Pavoneándose delante de mí, riendo como unas necias absurdas, y fastidiándome. No podía llorar. La chica de SEPHORA ya me había advertido que ir maquillado a la playa no era sano. Pero que sabría ella de vacaciones si con el sueldo que tenía no le llegaba para nada.

De repente algo me despertó de mis pensamientos. Una de ellas (supuestamente rubia natural) se metió dentro del agua. Haciéndose la experta nadadora, y haciendo gala de su promiscuidad litoral. Pero su coreografía se le termino rápido. De repente muy alarmada su amiga le advirtió de que se fueran para las toallas.Para sorpresa mía, su pelo era de color verde! Como se podía ser tan tonta? Encima de estúpida teñida con tinte barato? Así que con mucho descaro saque mi teléfono y le hice una foto. Alarmada vino a amenazarme, pero le paré los pies. Fui bueno con ella. Solo le pedí que me jurara que a partir de ese momento, después de VOGUE para ellas yo volvería a ser DIOS. Al fin y al cabo, mi telefono rosa era ahora una arma blanca.